A veces es necesario tocar fondo para comprender que Dios es más que un bálsamo que cura la herida, o un bombero que nos rescata del incendio, es el centro y la fuente de nuestra existencia.

Nosotros hemos caído, nos hemos creado falsas imágenes de Dios, le hemos acomodado y hemos perdido el sentido de nuestra vida. Lo importante no es lo malo que hicimos y nos causó daño, sino aquello que nos movilizó a continuar y levantarnos. Fue la misericordia infinita de Dios la que nos hizo tomar conciencia de aquellas palabras de San Agustín “No hay santo sin pasado, ni pecador sin futuro”. 

Así nació Miserere (significa: Misericordia) como respuesta a aquella moción que Dios puso en nuestro corazón de permitir que Él tomara el control de nuestras vidas y nos atreviéramos como matrimonio a trabajar por el fortalecimiento y restablecimiento de las parejas y las familias.

Adenawer (Ade), Maidy (Mai) con nuestros hijos José Miguel y Maria Paz decidimos creer que solo su gracia nos basta y por eso lideramos con mucho amor Miserere.